Como ya sabréis, ha habido (y sigue habiendo) incendios por muchos lugares de España, y esto ocurre, según nos dicen en muchos sitios, por la ola de calor.
Foto recogida del periódico "El mundo": La sierra de Mijas, Málaga |
Antes de desarrollar cuáles son las diversas formas de prevenir un incendio, además de cómo colaborar si nos pillase alguno cerca (o lo veamos de lejos), hablaremos de cómo se genera el fuego.
Según la "Guía técnica de prevención y control de incendios forestales" de Roberto Bonilla (realizado en el año 2001), para que se de fuego hacen falta tres factores: calor, oxígeno y combustible. Si alguna de estas tres no está, no habrá fuego.
El proceso es el siguiente: por el calor, el combustible se va calentando hasta llegar a su punto de ignición (temperatura en la cual se empieza a quemar y se incendia), consumiendo el oxigeno del medio y dando lugar a las llamas, por lo que se forma un proceso cíclico donde las llamas cada vez son más grandes, hasta tener la capacidad de calentar el medio hasta su punto de ignición y que el fuego se propage. Tiene tres formas de propagación:
- Conducción: sigue su camino y va quemando lo que toca.
- Radiación: con el calor que irradia, hace que materiales que estén cerca alcancen su punto de ignición, y continúe el ciclo.
- Convección: las llamas y el calor se propagan a través del aire, haciendo que tenga un mayor alcance.
- Conducción: sigue su camino y va quemando lo que toca.
- Radiación: con el calor que irradia, hace que materiales que estén cerca alcancen su punto de ignición, y continúe el ciclo.
- Convección: las llamas y el calor se propagan a través del aire, haciendo que tenga un mayor alcance.
Y bueno, ¿cómo se podría dar lugar los incendios forestales, si los tres factores necesitan estar a la vez para producirla? Pues bien, como hemos dicho anteriormente, la más común suele ser la humana (fumadores, personas que no recojan su basura cuando van a hacer senderismo por ejemplo, hogueras, quema de pastos, etc.), pero eso no quita que también pueda haber causas naturales (rayos o combustión natural). A esto le añadimos que, al ser verano, no favorecen las altas temperaturas.
Foto recogida de "Unsplash" |
Además de las normas que hemos estado escuchando desde pequeños(como recoger nuestros desechos cada vez que vayamos a dar un paseo por la naturaleza, o el de no jugar con las lupas para concentrar el calor en un punto) hay más alternativas. En el artículo "Herbívoros contra incendios forestales", Benigno Varillas argumenta que hay casos donde, al haber mucho crecimiento de la flora, se retira el sobrante o lo que está seco para quemarlo, lo cual supone un gasto gran económico, además de aumentar la probabilidad de provocar un incendio forestal.
Para evitarlo, propone la idea de que, si se dejaran a los herbívoros encargarse de esta tarea (de comerse los restantes), todos saldríamos ganando. Ellos comen, nosotros nos despreocupamos de que aumente la biomasa, haciendo que todo esté en equilibrio. Algunos pensaréis: pero si dejamos que los herbívoros se encarguen de esto, su población podría aumentar, entonces no quedaría en equilibrio. Error. Si se respeta la cadena trófica, por ende que aceptemos que haya carnívoros en la naturaleza, se alimentarían de dichos herbívoros que comen la flora sobrante.
Foto recogida de "Asaja Jaén" |
También pueden ayudar los cortafuegos o similares (como un espacio sin plantación, terrenos agrícolas, lagos, etc.).
Para finalizar: si nos encontramos cerca de un incendio, ¿cómo podemos ayudar?
Lo primero ante todo, es avisar a los profesionales, para empezar a concienciar a nuestro ayuntamiento de lo que ocurre, a lo que también se tiene que avisar a vecinos para que puedan actuar.
En el caso de que nos tengamos que desalojar (o el incendio esté lo suficientemente cerca como para que nos alcancen las cenizas), debemos cerrar puertas y ventanas, para no facilitar la conducción (hay que tener en cuenta que las cenizas que se transportan por aire pueden producir pequeñas llamas si se topan con un combustible idóneo. Si tenemos la oportunidad de humedecer los alrededores, mejor.
Si el humo nos alcanzase, tenemos que saber que si nos quedamos de pie podemos inhalar humo, por lo que nos tendremos que tumbar boca abajo, teniendo la nariz lo más pegado posible al suelo (si tienes suerte de llevarte un pañuelo húmedo a la nariz, mejor), e ir arrastrándote hasta donde puedas volver a ponerte de pie.
Además, tenemos la opción de poder tener nuestro propio extintor en casa, no hay ninguna ley que nos lo prohíba.
La conclusión que podemos llegar después de leer los diferentes artículos, creo que podría ser que nosotros tenemos que ser conscientes de que nuestra actitud ante la naturaleza nos puede costar muy cara (literalmente), porque incluso le podremos ahorrar horas de trabajo duro a aquellos profesionales que trabajan sin parar para eliminar los incendios. Seamos empáticos. Incluso si nos llegásemos a topar con estas personas que lo están dando todo en su trabajo y los vemos agotados, ¿vamos a echar la vista hacia otro lado? ¿Y esa faceta nuestra de ayudar a los demás por un bien común? Hagamos nuestro entorno más enriquecedor no solo por la naturaleza que cuidamos y protegemos, sino como personas.
Fuentes:
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