sábado, 21 de mayo de 2022

Bruni, nuestra salamandra mitológica

Todos los que hemos visto "Frozen 2" conocemos a esta dulce salamandra, y le cogimos mucho cariño, pese a que no es el propio protagonista, como fue Olaf. Para quienes no le conozcan, os explico: este pequeño animal (que en la película se puede ver que cabe en las dos manos de Elsa, una de las protagonistas) representa el elemento del fuego, del cual va destrozando la naturaleza cuando está enfadado, asustado, o se intenta defender. Resulta que, gracias a los poderes de Elsa, se calma. Le gusta el frío, y comer copitos de nieve. 

Foto recogida de Pinterest
Bueno, y os preguntaréis, ¿por qué este pequeño se le quiso representar con el elemento del fuego, en vez de la tierra (por decir un elemento que a lo mejor podría estar más concorde a cómo viven)?

Parece ser que, esta pequeña salamandra, esconde una gran historia mitológica detrás, sobre el por qué las salamandras son el símbolo del fuego y de la resistencia a él. Encaminémonos a lo largo de la historia...



Todo empezó con Aristóteles, que mencionó la idea de que las salamandras podían apagar el fuego con sus cuerpos, a lo que Plinio el viejo (escritor romano del Siglo I) añadió que estas pequeñas criaturas apagaban el fuego por lo fríos que son, como si fuera hielo. En el Siglo III, donde se empezó a escribir el Talmud (libro judío donde recopilan sus leyes, tradiciones, etc.), en ella se describió la idea de que, si te ponías en el cuerpo la sangre de salamandra, podrías ser inmune al fuego. 

En el Siglo IV, nos topamos con Agustín de Hipona, un filósofo cristiano, en el cual en uno de sus libros más importantes, "Ciudad de Dios", se puede leer un tramo de texto en el cual, las salamandras, viven en el fuego. 

Damos un gran salto hasta los Siglos XV-XVI, donde Leonardo da Vinci contribuyó al mito diciendo que estos pequeños animales carecen de aparato digestivo, y que su alimento era el fuego. Paracelso, alquimista suizo, aparte de confirmar lo que dijo, añadió que la salamandra es el elemento del fuego. Además, mencionó que no son diabólicas, sino carentes de alma. 

Foto obtenida de Pinterest

En el renacimiento de Europa, se podían escuchar diversos mitos de estos seres. Uno de ellos es que, cuando se llevaba leña a los hogares y se les prendía fuego en la chimenea, de estas salían las salamandras sin ningún rasguño, confirmando los mitos mencionados anteriormente.
Como podéis ver, nuestro pequeño Bruni está envuelto de fuego, sin que le haga daño. Curioso el cómo se desarrolló el mito hasta llegar a nuestras pantallas, ¿verdad?

Para terminar, os voy a compartir una teoría personal: resulta que, investigando un poquito, hay una pequeña salamandra europea tan pequeña que podría caber en la mano (como Bruni) y podría encontrarse en Dinamarca (lugar donde se dice que es donde se desarrolla Arendelle, el pequeño pueblo de Elsa y Anna), y es el Tritón liso (Lissotriton vulgaris). ¿Vosotros qué pensáis? ¿Podrían haberse basado en esta especie? 

Obtenida de "Monaco Nature Encyclopedia"


Nunca sabremos el por qué Aristóteles pensó que las salamandras podían apagar el fuego, pero sí el que, gracias a él, nació esta gran historia. 












Fuentes:

1 comentario:

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